Provocar palabras no ni cuando el más sincero juicio
y lo dice: vive en el presente a
veces
pero más bien siempre en la duración
y seguía el ritmo con el sombrero de paja en la mano
porque si Él es él que es
nada más natural que su creatura sea el que sea
el que está ahí / el que es ahí: el Dasein
que parta por el uno descuageringadamente impropio
y llegue a propiamente rescatado por la gracia
y su estar ahí cuidadosamente como artesano
aunque ya no lo sea más que en el recuerdo
en un presente y liberado para siempre de sus
herramientas
y cuidados vueltos a ganar su guita monetaria
Aunque persiste el desconcierto
aunque termine la espera
/ aunque tal vez los almendros florezcan
/ porque mejor el silencio / porque aún
los buses rojos de dos vigentes y a
la hora
no amortiguan arrebatos
y los velones parecían moverse a su propio ritmo
Y el cuarto de lado y solitario
y el inútil texto y sus recuerdos
y el cine la
plaza abigarrada del mercado
o
el libro de Hernández
voces son aquellas como donativos en día
de borrasca
como diapositivas y una certeza que no fueron
muslos desprendidos
y cerrados
o la pericona aprendida en el sudor de la resaca
y el poner todo eso entre paréntesis
para que toda esa realidad se venga
encima
y apachurre no apachurrando
cuando la tesis esfuma o la
estéril economía acalla
y las empanadas en la memoria rehechas
asegurando el perdón de los fracasos y subvierte
la danza ese ir y venir acompasado
esperando
una alfombra voladora en el alfeizar
para allí mismo atrapar el encanto del
encuentro
y ser rescatados de la caída / sacados
del arrojo
a este mundo de lágrimas
y devueltos al paraíso de la patria común
a la búsqueda de un enemigo que lidiar
demonizar y dejar en tripas melgadas en
cenizas /humos / huesos
y pantallas / sobre todo pantallas
que expliquen el considerar como la
esencia a Hölderlin
porque //es poéticamente como el hombre
habita esta tierra//
la tierra / la patria / sus tradiciones /
su llamado
sobre todo después que su esquizofrenia
lo preservara
para siempre de cualquier reniego
pero la carta llega y da lo mismo
pero lo que dice no siempre
pero el bolsillo desierto y quebradizo
porque recuerdos difusos y olvidados
y entonces las velas se apagan y la vida
discurre por senderos oscuros y llenos de
humo
se hacen los rincones
y el cine con
nidos y con vuelos
y el libro de Vallejo
Así las ofrendas /esos donativos de un
verano que se alarga
esas diapositivas igual que abigarradas o perdidas
esos muslos ya tan sólo recordados
o la pericona se ha ido
y la tesis nunca escrita / bipolar
cuando una concentración de momentos en
blanco
y el catar de vinos en el colegio de los suspiros
ya no aseguran la vigencia del presente
La economía como espectáculo desastroso reitera lo
imprevisto
Lo que cuenta y su testigo
La carta que no llega precipita el invierno
Tantos que ya no son
y etc. etcétera o hasta en latín que nos lastra y
atiborra
O las cajitas abiertas / Y las sardinas huidas
en su más propia vida de enlatadas