viernes, 22 de noviembre de 2013

DONDE ESTUVO EL PARAÍSO /el 33 de Carteros atrabiliarios Dulces energúmenos/

 
 





Pertenece también a la parte tercera de "Las Angelarres" en:




Carteros atrabilidarios Dulces energúmenos



Donde estuvo el Paraíso




33




Alzóse un rostro-rastro de pluma / De odio contenido
Vi quel murmullo      Su brisa tal vez
Con amor extremo a exotismo y primaveras


Vine del origen del Putana
Donde al blanco del agua rezaga
Crecen cabellos dorados
Reflejan el azul gris y la premura
Las cercanas cumbres del anhelo
Donde comerán carnes de los valientes
Beberán sangre de las derrotas




Del Chonchol    Esa nostalgia desértica
La turquesa ególatra
Engarzada en la simiente dorada
La vera del azul que roba y perpetúa
La permanencia que fluye
Donde al café planar y la antracita vertida
Enclava su calavera estéril y pasajera
Hasta emborracharse beberán
De esa sangre desterrada de la luz
Los vencidos por la miseria




Como serpiente sinuosa y torturante
Atraviesa sales amarillas / Residuos de agobio
Del Juncalito
Escupa verde su veneno
Sobre las tierras azulenas / Apresuradas y ahítas
Las dunas de arcilla ociosa
Cuando todos perecieran al filo de la espada




Oh Pili de cabellos de oro y de búsqueda
Vientre azul de acero al todos los encuentros
Urgencias estriadas
Cafés y turgentes promesas Verdicielos y augustos
Los grises terrenales
Sus carnes expuestas a los buitres




Con plumas atmosféricas y opacas
Meandran rocosos los arenales Duraderas certidumbres
El Isluga Lo imposible del recuerdo
Alfombra de blanquimarrón el paso y la memoria
Allí pastan las vicuñas sagradas
Los vencidos rinden sus carnes
El deseo de los enviados



Pero si no viniera del Putana
Ni nostalgias del Chonchol
Ni del Juncalito
O del Pili
Ni tampoco del Isluga
Entonces mi testimonio es falso

Donde quiera que lleguen estas aguas
Habrá sangre y podredumbre y pústulas vivas


Ya podréis entregarme
ante el hijo del hombre





Así las ansias serán plumificadas