Carteros atrabilidarios Dulces energúmenos
Donde estuvo el Paraíso
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Alzóse un rostro-rastro
de pluma / De odio contenido
Vi quel murmullo
Su brisa tal vez
Con amor extremo
a exotismo y primaveras
Vine del origen
del Putana
Donde al blanco
del agua rezaga
Crecen cabellos
dorados
Reflejan el azul
gris y la premura
Las cercanas
cumbres del anhelo
Donde comerán carnes
de los valientes
Beberán sangre
de las derrotas
Del Chonchol Esa
nostalgia desértica
La turquesa ególatra
Engarzada en la
simiente dorada
La vera del azul
que roba y perpetúa
La permanencia
que fluye
Donde al café
planar y la antracita vertida
Enclava su
calavera estéril y pasajera
Hasta
emborracharse beberán
De esa sangre
desterrada de la luz
Los vencidos por
la miseria
Como serpiente
sinuosa y torturante
Atraviesa sales
amarillas / Residuos de agobio
Del Juncalito
Escupa verde su veneno
Sobre las
tierras azulenas / Apresuradas y ahítas
Las dunas de
arcilla ociosa
Cuando todos perecieran
al filo de la espada
Oh Pili de
cabellos de oro y de búsqueda
Vientre azul de
acero al todos los encuentros
Urgencias
estriadas
Cafés y turgentes
promesas Verdicielos y augustos
Los grises
terrenales
Sus carnes
expuestas a los buitres
Con plumas
atmosféricas y opacas
Meandran rocosos
los arenales Duraderas certidumbres
El Isluga Lo
imposible del recuerdo
Alfombra de
blanquimarrón el paso y la memoria
Allí pastan las
vicuñas sagradas
Los vencidos
rinden sus carnes
El deseo de los
enviados
Pero si no
viniera del Putana
Ni nostalgias
del Chonchol
Ni del Juncalito
O del Pili
Ni tampoco del
Isluga
Entonces mi
testimonio es falso
Donde quiera que
lleguen estas aguas
Habrá sangre y podredumbre y pústulas vivas
Habrá sangre y podredumbre y pústulas vivas
Ya podréis
entregarme
ante el hijo
del hombre
Así las ansias
serán plumificadas
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